lunes, 28 de febrero de 2011

Frentismo y acatamiento a las decisiones colectivas

Frentismo y acatamiento a las decisiones colectivas

La cuestión entre nosotros pasa por saber de que tema estamos discutiendo. Si es que discutimos sobre la anulación de la ley de caducidad, creo que no hay problema: estamos de acuerdo. Pero no retóricamente o como excusa para retorcer la cuestión y buscarles disculpas e inmunidades a los milicos en el trasfondo.

Creo que de lo que se trata es de la ley de anulación interpretativa propuesta por Almagro.
Mi posición es anulación de la manera que sea, y luego se irá perfeccionando.
A la proposición de anulación por via interpretativa le encuentro las siguientes ventajas:

a. los torturadores, violadores, secuestradores de niños, enfin, los delincuentes militares quedarían criminalizados. Sus apologistas también por la figura delictiva "apología del delito". Ahora somos las víctimas que tenemos que solicitar caso a caso la declaración de constitucionalidad sobre la totalidad de los casos que no son criminalizados. Si se aprobara esta ley serían los milicos los que tendrían que solicitar la inconstitucionalidad caso a caso y todos en general quedarían criminalizados.
Sólo el tiempo de procesar judicialmente la inconstitucionalidad de los cerca de 200 desaparecidos llevaría unos 50 años. Si le sumamos todos los torturados, violaciones y secuestros serían como diez veces más, cerca de 500 años...

4. Nadie puede profetizar el futuro. Los tupamaros nunca tuvimos miedo de proceder y luego ir corrigiendo, con una mirada crítica permanente para evaluar el efecto político de nuestras acciones. Cuando una actúa siempre se puede equivocar. El único que no se equivoca es el que no hace nada. Lo que puede pasar luego de aprobada una ley interpretativa de anulación no puede predecirse. Pero de todos modos es una batalla que hay que pelear. Y el lado del pueblo en esta batalla, considero que está bastante claro.

5. Si bien el FA no es un partido leninista, siempre tuvo una orientación socialista en su programa. Ella determina que sus afiliados acompañen las decisiones del colectivo, estén o no de acuerdo con las mismas, en acciones hacia afuera. Hacia adentro, toda discusión y/o discrepancia debe ser bienvenida, porque enriquece el contenido intelectual e ideológico del conjunto.
Los senadores que no acaten una resolución que el FA tomó en todas sus instancias, como dice La República "a través de todos su órganos: Congreso, Plenario y Mesa Política". A eso le sumamos la aprobación de todos los diputados del FA.

Vamos a aclarar: la condición de frentista se define por el grado de militancia en función de los principios, el programa y la fidelidad a las autoridades del Frente, por orden de importancia: el Congreso, el Plenario Nacional y la Mesa Política Nacional.
Más aún: el Frente desde su comienzo impulsó un principio de seriedad política que implica que todos los cargos electivos son de la organización y no del individuo, por oposición a los partidos tradicionales donde cada líder opinaba y votaba a paladar más o menos lo que se le antojara, o sea, individualismo puro frente al colectivismo del FA.
Ese principio fue trastocado por primera vez en el parlamento este año pasado, en que tres senadores divos se largan con lista propia y desprecian una decisión apoyada por todas las instancias de la coalición más todos sus diputados.
Además debemos respetar las bases programáticas:
“Las Bases Programáticas señalan cuatro medidas fundamentales a adoptar, como pilares del proceso transformador:
 a) Reforma Agraria
 b) Nacionalización de la Banca Privada.
 c) Nacionalización de los principales rubros del comercio exterior.
 d) Enérgica acción industrial del Estado, incluyendo la nacionalización de la industria frigorífica.
 Ellas son esenciales para iniciar el proceso de cambio social, porque enfrentan a los grandes grupos económico-financieros nacionales y extranjeros responsables de la crisis estructural del país.”

Eso es lo que le decíamos al pueblo uruguayo y lo que le proponíamos.
Nosotros seguimos y seguiremos fieles a estas bases programáticas, a los principios fundadores, al Congreso, al Plenario, a la Mesa Política, y seguiremos exigiendo a nuestros senadores y a quien sea frenteamplista el cumplimiento de sus resoluciones.

Ricardo Ferré
Niño revolviendo la basura acá en Uruguay. Son 20.000.


Frentismo y antifrentismo


Frentismo y antifrentismo


Pedimos un momento de reflexión. Varios que hemos escrito en Facebook reflejamos el enojo de que haya senadores que no acaten una resolución que el FA tomó en todas sus instancias, como dice La República "a través de todos su órganos: Congreso, Plenario y Mesa Política". A eso le sumamos la aprobación de todos los diputados del FA.
Quien nos acusa de antifrentistas a nosotros por exigir el cumplimiento de las decisiones de todas las instancias del FA: ¿tiene el mismo apoyo?

¿A los del FA que queremos que se cumplan el programa y las decisiones de todo el FA, nos tratan ahora de antifrentistas? ¿Cual es la lógica?
Dejemos de lado lo irrelevante de que personalmente somos precursores del Frente, con toda esa masa popular que estuvo desde su fundación, que siendo tupamaros militamos en el Movimiento de Independientes 26 de Marzo histórico, porque había que hacer de todo, que caímos presos y fuimos torturados en el cuartel siendo frentistas, y siendo frentistas quedamos requeridos por la Fuerzas Conjuntas y tuvimos que exiliarnos, primero a Buenos Aires donde nuestros hijos pudieron haber sido secuestrados y vendidos como los de otros compañeros, que luego de años de más exilio en que soñamos con volver finalmente estamos aquí y seguimos militando.
Aceptamos que un nuevo militante sea más frentista que nosotros, aunque sea un joven de 16 años, siempre y cuando su entrega a los principios del Frente y su acatamiento a las autoridades frentistas, por orden jerárquico Congreso, Plenario y Mesa Política Nacional sea mayor que el nuestro, si es que nos vamos a poner a establecer pautas competitivas discutiblemente socialistas.
De lo contrario, hombro con hombro y siguiendo el lema socialista “de cada uno según sus posibilidades, a cada uno según sus necesidades”.
Últimamente nos acusan desde el foro social Facebook de que lo que decimos “me hacen acordar las cosas que dicen en el Foro de Libertad y Concordia los milicos”, “que diariamente recibe linea de cómo debe odiar”, que “es odio puro”, “No son Frenteamplistas, no son inclusive MLN”, “de ponerse a la altura de la más pura ultra-derecha” junto con otros insultos.

Vamos a aclarar: la condición de frentista se define por el grado de militancia en función de los principios, el programa y la fidelidad a las autoridades del Frente, por orden de importancia: el Congreso, el Plenario Nacional y la Mesa Política Nacional.
Más aún: el Frente desde su comienzo impulsó un principio de seriedad política que implica que todos los cargos electivos son de la organización y no del individuo, por oposición a los partidos tradicionales donde cada líder opinaba y votaba a paladar más o menos lo que se le antojara, o sea, individualismo puro frente al colectivismo del FA.
Ese principio fue trastocado por primera vez en el parlamento este año pasado, en que tres senadores divos se largan con lista propia y desprecian una decisión apoyada por todas las instancias de la coalición más todos sus diputados.
Además debemos respetar las bases programáticas:
“Las Bases Programáticas señalan cuatro medidas fundamentales a adoptar, como pilares del proceso transformador:
 a) Reforma Agraria
 b) Nacionalización de la Banca Privada.
 c) Nacionalización de los principales rubros del comercio exterior.
 d) Enérgica acción industrial del Estado, incluyendo la nacionalización de la industria frigorífica.
 Ellas son esenciales para iniciar el proceso de cambio social, porque enfrentan a los grandes grupos económico-financieros nacionales y extranjeros responsables de la crisis estructural del país.”
Eso es lo que le decíamos al pueblo uruguayo y lo que le proponíamos.

Nosotros seguimos y seguiremos fieles a estas bases programáticas, a los principios fundadores, al Congreso, al Plenario, a la Mesa Política, y seguiremos exigiendo a nuestros senadores y a quien sea frenteamplista el cumplimiento de sus resoluciones.
Eso…; ¿es ser antifrentista?

Ricardo Ferré