lunes, 11 de enero de 2016

Tupamaros y Revolución, ahora

Tupamaros y Revolución, ahora




Ricardo Ferré, diciembre de 2015

Los tupamaros orientales de los últimos años tuvieron un claro antepasado en los tupamaros orientales conducidos por Artigas en el siglo XIX. Obtuvieron su nombre de los propios españoles que se mofaban de ellos asociándolos con la fallida Gran Rebelión acaudillada por el inca Tupac Amaru, José Gabriel Condorcanqui, en Perú en 17801.




Tenemos que señalar que el ejército tupamaro de Artigas, por llamarlo con el mismo nombre con el que se le conoció en aquella época, tenía varias diferencias fundamentales con el actual, pese a que éste señala falsamente su origen en la Batalla de Las Piedras.
En primer lugar, los tupamaros de Artigas no eran remunerados. Actuaban por convicción con la única satisfacción de cumplir con su deber y su ansia de justicia y liberación del yugo y la dominación de la colonización española.
En segundo lugar, se rebelaban contra un estado opresor, el español en ese momento.
Formaban una masa heterogénea, distinguida por esa rebeldía, especialmente encarnada en los gauchos, que querían liberarse de la opresión, pero también por las tropas que le fueron fieles a Artigas hasta el final, los negros que querían sacudirse la esclavitud y que se jugaban la vida de varias maneras, los indios, tanto charrúas como guaraníes especialmente expuestos al desarraigo y la represión y por familias y sectores enteros de criollos que creyeron firmemente en las ideas libertarias de su líder.
Aun más notable y más ensalzante de la grandeza de Artigas fue que todo un pueblo oriental lo siguió al Éxodo, y no sólo tropas beligerantes; familias enteras con todas las propiedades que pudieron transportar lo hicieron.


El ejército uruguayo
El ejército actual no tiene entonces su origen en las montoneras gauchas, indias y negras del caudillo oriental. Su origen fue establecido por Venancio Flores, considerado por el historiador Carlos Machado3 como el traidor más grande de la historia oriental, cuando, impulsado por el imperio inglés asaltó el gobierno legítimo de Berro apoyado militarmente por el imperio de Brasil iniciando su vergonzosa traición masacrando a los resistentes de Florida y luego de Paysandú, pese a la heroica resistencia del pueblo de este último, acaudillado por Leandro Gómez, quien fue asesinado junto con las últimas de las tropas patriotas.



Comandante con el zapato de Julio Castro

Luego de estas acciones repugnantes, el ejército de Venancio Flores4, antecesor del actual, se unió a los de Brasil y Argentina para masacrar al heroico pueblo paraguayo por encargue del imperio británico, que estaba detrás de todas estas maniobras debido a que el desarrollo del Paraguay lo hacía competir favorablemente con la industria británica, en particular la textil. Para rubricar la ignominia Paraguay debe firmar un préstamo de Gran Bretaña en conexión directa con su capitulación, sufriendo además un desastre demográfico terrible con la pérdida de hasta el 90% de su población masculina adulta y de más del 50% de su población total.
Éste y no la Batalla de Las Piedras es el verdadero origen del ejército oriental, “cubierto de gloria”, según expresiones del recientemente extinto general Iván Paulós. Por si quedaba alguna duda de su origen maloliente, el ejército y las otras dos fuerzas armadas orientales toman a su cargo la represión popular a partir del año 71 torturando, encarcelando y persiguiendo a todos los sectores populares que impulsaban un cambio libertario.
Tomemos sólo algunos de las “batallas” que dieron gloria al ejército actual:
- El episodio de las Muchachas de Abril, la matanza de tres adolescentes desarmadas en el barrio Brazo Oriental.5Tres generales, un coronel, dos mayores, tres capitanes y decenas de soldados armados a guerra asesinan brutalmente a tres muchachitas desarmadas, seguramente aterrorizadas, de 19 y 21 años, una de ellas embarazada.”

- El asesinato del desarmado matrimonio Martirena por tropas armadas a guerra, entre otras cosas con una ametralladora pesada.

- El robo y venta de bebés6


Para no mencionar las decenas de miles de torturados en los cuarteles, toda una generación y de que no existió en realidad ninguna guerra, sino puro y simple terrorismo de estado.
Estos mercenarios masacraron al pueblo paraguayo primero, por la plata, luego a su propia juventud a la que torturaron, violaron, secuestraron asesinaron y desaparecieron…por 20 dineros.
Estos hoplitas a sueldo nunca habían tenido acceso a las mujeres divinas, jóvenes y bellas muchas de ellas y encima idealistas y luchadoras, a las que violaron y vejaron de todas maneras. Los gritos y los lamentos de ellas deben estar aún vivos en las pesadillas de más de un militar de los más de trescientos de los que se conocen sus nombres.8


Tupamaros
Ante todo, debemos aclarar que nombramos bajo este término, no sólo a los integrantes del MLN-T, sino que incluimos a todos los criollos que se rebelaron contra la opresión y los procedimientos tiránicos, en particular a los maoístas del MIR/PCR, a los guevaristas del MRO/FARO, a los anarquistas de FAU/ROE/OPR33 y seguramente hubo también grupos menores que no recordamos o no conocemos, pero no menos dignos de ser considerados en esta categoría.
De paso, ya estamos estableciendo una de las características fundamentales del tupamaro: su rebeldía. Nadie que no sea rebelde puede considerarse entonces tupamaro.
Si bien pueden encontrarse raíces de rebelión violenta contra el sistema en los anarquistas primeros, en realidad todos los grupos tupamaros o casi todos tienen su origen el el Coordinador, organismo fundado a principios de la década del 60 que tenía como objetivo declarado la defensa y el apoyo a todos los gremios y organizaciones populares y a todas las manifestaciones de éstos que pudieran ser reprimidas, en particular por alguna intervención o influencia de la dictadura militar de Brasil.




Existieron fuertes vínculos entre los movimientos tupamaros y varios gremios, por ejemplo los cañeros del norte agremiados en UTAA, fundada por Raúl Sendic.
Nos referimos naturalmente al líder cañero y tupamaro, no al impostor Raúl Sendic Rodríguez, que usa el renombre de su padre para cosechar votos usurpando el nombre glorioso para confundir a la gente distraída.
Aquí encontramos otra característica fundamental del tupamaro: su apoyo a los gremios y organizaciones populares.
Cuando vemos las expresiones anti sindicales de Mujica, por ejemplo, “hay que hacer mierda a los gremios de la enseñanza” entre otras muchas de menosprecio y enfrentadas a organizaciones de trabajadores o asalariados y sus luchas reivindicativas, queda clarísimo que esas expresiones no vienen de un espíritu tupamaro.





Últimamente se dedicó a humillar e insultar a guardavidas de Rocha, cayendo prácticamente en la insania mental en su delirio antisindical.
Otra de las características definitorias del tupamaro es su espíritu de enfrentamiento con las fuerzas represivas, en particular con los torturadores, a quienes se ejecutó cada vez que fue posible.
Esto distancia claramente del núcleo tupamaro tanto a Mujica como a sus escuderos Bonomi, Huidobro y Rosadilla, prolijos cultivadores y excelentes lustradores de zapatos castrenses con sus lenguas.
Esta digresión es importante en particular para que la juventud no se confunda con quienes por un lado pueden pronunciarse o hasta creerse tupamaros, y por la otra actuar de forma completamente contradictoria con respecto a su verdadero espíritu.
En realidad, no hay porqué sorprenderse. Una cantidad de palabras y conceptos han sido privados de su verdadero significado para tomar muchas veces el sentido opuesto, por ejemplo: democracia, libertad, paz, etc. Sin ir más lejos las guerras y los bombardeos “humanitarios” o por la “paz”, etc.


Continúa con
La "derrota" de los tupamaros
Propuestas tupamaras


1http://federaciondebasespatriagrande.blogspot.com.uy/2012/03/tupamaros-vs-mln-actual-parte-iii.html
2
http://federaciondebasespatriagrande.blogspot.com.uy/2012/04/tupamaros-vs-mln-actual-parte-iv.html

3 Carlos Machado, Historia de los Orientales, Ediciones de la Banda Oriental, 1973

4 http://federaciondebasespatriagrande.blogspot.com.uy/2011/04/el-ejercito-de-los-traidores-artigas.html

5
http://federaciondebasespatriagrande.blogspot.com.uy/2015/04/el-honor-y-la-gloria-de-las-fuerzas_17.html

6
http://federaciondebasespatriagrande.blogspot.com.uy/2011/11/gelman-el-robo-de-bebes-fue-un-crimen.html

7http://www.universidad.edu.uy/pmb/opac_css/index.php?lvl=notice_display&id=381&seule=1


8
http://federaciondebasespatriagrande.blogspot.com.uy/2011/05/lista-de-uruguayos-denunciados-por.html


9 http://federaciondebasespatriagrande.blogspot.com.uy/2015/08/el-traidor-redivivo.html

martes, 5 de enero de 2016

Los tupamaros son la decencia del pueblo uruguayo

Los tupamaros son la decencia del pueblo uruguayo



Ricardo Ferré


La dictadura legal de Pacheco Areco
En el año 68 Pacheco Areco, al asumir la presidencia de la república al morir el presidente Gestido, inició una etapa de desconocimiento de los poderes judicial y legislativo.
En cuanto al primero, cientos de personas fueron privadas de su libertad en cuarteles sin juicio previo, sin pasar por fiscales ni jueces competentes ni mucho menos contando con abogados defensores.
El poder legislativo fue ignorado ya que el ejecutivo pasó por encima de sus decisiones. Los decretos de aplicación de medidas prontas de seguridad eran levantados por el legislativo y esas decisiones no sólo eran ignoradas y no promulgadas por el ejecutivo, sino que éste las reimplantaba al día siguiente: un golpe de estado y una dictadura legal; el ejecutivo abusó claramente de las prerrogativas que le otorgaba la nueva constitución naranja.

musica

Resistir la opresión y la dictadura
Qué es lo que cualquier ciudadano decente no sólo puede sino debe hacer en caso claro de opresión y prepotencia desbordados?
Resistir está en la tapa del libro: resistir de todas las maneras posibles. El lisiado puede poner clavos en las cubiertas de los vehículos de la represión, los trabajadores deben organizar huelgas y paros, los estudiantes marchar y manifestaciones, las amas de casa caceroleos, como sólo ejemplos de lo que se puede y debe hacer.
Miles de estudiantes, obreros, oficinistas y asalariados recibieron ese llamado de la decencia. Los tupamaros ya estaban organizados previendo un eventual golpe de estado o una intervención de Brasil, así que fue una elección fácil: se integraron a las filas del MLN-T, que tomó el nombre de tupamaros, pero también a las otras organizaciones de resistencia mediante la acción directa que no detentaban el nombre pero que asumían igualmente esa calidad. Ellos enfrentaron a la represión con el riesgo claro de perder su libertad, su salud, sus bienes materiales y alejarse de su familia y sus seres queridos. El aval que le dieron esos miles de reclutas a los movimientos tupamaros fue el de resistir la opresión. Eventuales objetivos tácticos de este aval podían ser la renuncia de Pacheco o la restitución de las facultades constitucionales de los poderes judicial y legislativo. Puesto que las organizaciones tupamaras estaban organizadas con centralismo, asimilaron a estos miles de nuevos militantes y les confirieron sus objetivos socialistas que eran anteriores a su incorporación: socialismo, liberación nacional y eventualmente más tarde asalto armado al poder. No necesariamente las bases compartían, en particular este último.



La senda militarista
Cuando el MLN tomó una senda decididamente militarista, claramente expresada en el documento 5, inspirados en el aparatismo creciente, contaron con el consejo negativo de los compañeros militares que integraban ya sus filas. Gran parte de las bases eran completamente ignorantes de todo esto. Es probable que este objetivo superara tan brutalmente sus aspiraciones al ingresar, que hasta les podría haber causado escepticismo. Las bases tupamaras se podrían haber hecho matar por sus dirigentes. De hecho algunos lo demostraron en la práctica perdiendo su vida en acciones armadas o durante la tortura, pero la gran mayoría enfrentó la tortura, la pérdida de su libertad, de sus bienes, arriesgó su familia y su vida sin una queja. Existía un gran cariño y un gran respeto de las bases por sus líderes. También debemos señalar que los líderes correspondieron con un intenso cariño por esas estoicas y sufridas bases. Pero pensamos que posiblemente la dirección no acotó sus ambiciosas metas mediante un análisis de sus bases cuyo ingreso masivo a partir del año 68 está marcando metas parciales posibles. Una mayor sensibilidad de las direcciones sobre los alcances de los pensamientos de las bases podría eventualmente haber hecho más modestas las metas y haber aceptado el rol de apoyo a los movimientos populares con menos protagonismo propio.



El asalto al poder
El impoluto tupamaro Jorge Zabalza expresa en su recientemente publicado libro “La experiencia tupamara”1 que a fines del año 71 o principios del 72 todos sabían que se había emprendido el asalto al poder militar. La honestidad de Zabalza está fuera de toda duda. Es indudable entonces que en los círculos militantes de alto grado en los que él se movía, estaba aceptado este objetivo. Pero es muy dudoso que hubiera penetrado hasta los estratos de base, en particular del interior.



Luego del 73
En el año 73 el golpe de estado fue aun más claro. Los militares entraron en el Palacio Legislativo y disolvieron las cámaras. Muchos orientales bien nacidos y decentes trataron entonces de resistir, que sabían desde niños que es lo que se debe hacer en el caso de golpe de estado, pero las organizaciones tupamaras ya habían sido destrozadas y no estaban operativas ni tenían armas que ofrecer. Todos los orientales valientes que salieron a ofrecerse para resistir la opresión quedaron entonces frustrados. La mayoría de los tupamaros que ya habían comenzado a resistir antes estaban presos y habían sido brutalmente torturados, muchos de ellos habían hasta sido muertos por las fuerzas armadas o conjuntas y sus organizaciones lo único que podían ofrecer a los patriotas aspirantes a resistir era una exposición segura a la tortura y a la prisión; un sacrificio casi estéril e inútil.
Las autoridades del Partido Nacional, probablemente sometidas a fraude electoral, no se atrevieron a tomar las armas y se volcaron parcialmente al exilio, prefiriendo una estrategia menos riesgosa y más lenta, así que quienes quisieron optar por la resistencia armada al golpe de estado se quedaron sin opciones.


Gráfico del compañero Saracho, Gabriel Carbajales

Las pseudo revelaciones de Amodio y los derrotistas
Recientemente, en ocasión de la vuelta pública de Héctor Amodio Pérez y el anuncio de su segundo libro y de sus “revelaciones” sobre la interna tupamara, muchos salieron en las redes sociales anunciando vaticinios tempranos sobre la derrota tupamara y las presuntas suciedades de su vida interna. Esa gente “sabía” que los tupamaros iban a ser “derrotados” y lo había “advertido antes de los 70.
Pensamos en donde estarían sus autores cuando los tupamaros salieron a defender la decencia de todo el pueblo oriental frente a la prepotencia, la opresión y los excesos del poder político y militar. Si no eran de los 800.000 ciudadanos que votaron a favor de la constitución militar y que estaban de acuerdo con la dictadura de orientación fascista, entonces donde estaban?
Tener miedo a la tortura y a la prisión, eventualmente la muerte y la violación es normal, pero entonces que se diga que no se atrevieron, que esperaron el surgimiento de formas menos arriesgadas de militancia y que reconozcan a los que osaron desafiar esas plagas.

Fotp: Río de Libertad

La lucha del pueblo contra la dictadura
Más tarde, el pueblo oriental percibió lo horrible de la naturaleza opresora de la dictadura militar y encontró medios incruentos para derrocarla, culminandola con la increíble manifestación llamada Río de Libertad, en que participó la mitad de la población de Montevideo, pero quedó en esa etapa como ejemplo el de los tupamaros primigenios que marcaron con su sangre y sus lágrimas, en la soledad de las mazmorras de la tortura y la persecución, la heroica senda de la resistencia.

Los tupamaros fueron derrotados militarmente en el año 72. Pero la gente fue comprendiendo su sacrificio durante todo el resto de la dictadura militar y fue descubriendo el verdadero rostro del militarismo prepotente y opresor y elevando cada vez más a los tupamaros como los opuestos a éste e inspirándose en el sacrificio tupamaro.



La segunda derrota tupamara
Luego vino la otra derrota de los tupamaros, la más amarga. Los dirigentes que habían quedado vivos, mostrando por un lado una fingida faz tupamara, se entregaron a las ideas neoliberalistas y capitalistas más descarnadas y más contrarias al verdadero espíritu tupamaro, engañando así a la gente que los siguió, los votó y algunos, cada vez menos, aún los continúan siguiendo.
Por un lado estos renegados aceptan la impunidad de los militares y civiles delincuentes de lesa humanidad, culpables de torturas, violaciones, asesinatos, secuestros de adultos y de bebés…el polo opuesto del espíritu tupamaro de enfrentamiento con las fuerzas represivas.
Por otro lado aceptan la política del gobierno mujiquista de favorecer y privilegiar a las empresas multinacionales, sin ir más lejos con tratados secretos con Montes del Plata y Aratirí, descubiertos tan sólo por la acción esclarecedora del fiscal Viana. Los tupamaros primigenios mostraron, en particular con sus “comandos del hambre” mediante los cuales repartían la carga de camiones de mayoristas de la alimentación en las barriadas pobres, su clara inclinación a favor de éstos y contra las grandes empresas.
También han aceptado los renegados tupamaros hasta las misiones militares en Haití y en el Congo, apoyándolas de hecho en el parlamento, los ministerios y la presidencia.



El regalo para la derecha
Al decir de la militante tupamara Alma Bolón2 “El Pepe” fue el regalo con el que la derecha uruguaya nunca se había atrevido a soñar”. Pero Alma también advierte en ese su mismo trabajo que si bien el país  está lleno de “
viejos sensatos de derecha, preconizadores de un sentido común que aconseja doblar el lomo y laburar, puesto que se es pobre, chiquito y feo” también el país está lleno “de viejos guerrilleros, generosos y desinteresados, que antaño también pagaron caras sus convicciones”.





La victoria de los tupamaros
Y esa es la gran victoria de los tupamaros:
- por un lado el apoyo popular de los renegados, los colaboradores, y los entreguistas, con Mujica en primera línea y sus escuderos Fernández Huidobro, Bonomi, Rosadilla, Semproni y todos los demás, está basado en la falsedad y la mentira de que son tupamaros, cuando en el fondo representan todo lo contrario. Y este hecho se está descubriendo y se va a ir descubriendo cada vez más.
- por otro lado, aún viven muchos de los viejos luchadores tupamaros y también muchos nuevos adherentes que siguen fieles al pensamiento tupamaro verdadero, a su viejo líder el Bebe Sendic y a los compañeros muchos de los cuales sacrificaron su vida por esos ideales.
Como señala Zabalza en su libro mencionado más arriba, los tupamaros tuvieron originalmente el principio de negar la posibilidad de acceso al poder por la vía pacífica. Por lo tanto siempre fue esencial el principio de enfrentamiento con las fuerzas represivas del estado: las fuerzas armadas y la policía a las que se aceptaba que se deben destruir antes de construir una sociedad socialista.
También era esencial el principio de apoyo a los pobres y menos privilegiados, a los obreros y asalariados y a sus gremios y sindicatos.

Todos estos principios son violados por Mujica y sus secuaces. Es obvio que no creen en ninguno de ellos ni mucho menos luchan por ellos.
Se puede engañar a mucha gente durante un tiempo, pero tarde o temprano la verdad comienza a imponerse, y ese es y va a ser el gran triunfo tupamaro.
La única esperanza de la humanidad de perdurar frente a los desastres económicos, ecológicos y militares, es que ella es capaz de engendrar generaciones de ejemplares generosos y altruistas. Si en nuestro pequeño país fue posible el surgimiento de miles de seres con decencia y dignidad, en el mundo entero puede haber todo un conjunto que obedezca a consideraciones idealistas y no a la sed de poder y dinero.
Es necesario que supongamos que esta gente puede cambiar al mundo si es que la humanidad va a subsistir.





1 Jorge Zabalza, La experiencia tupamara. Pensando en futuras insurgencias, Editorial Letraeñe, 2015

2 http://federaciondebasespatriagrande.blogspot.com.uy/2013/09/el-14-de-abril.html

sábado, 2 de enero de 2016

Un recuerdo del cuartel de Mercedes

Un recuerdo del cuartel de Mercedes


Ricardo Ferré

Recientemente se publicó el libro del ”Tambero” Jorge Zabalza “La experiencia tupamara”1. En este libro aparece un pasaje en el que comenta la caída de los militantes del MLN- Tupamaros de Mercedes entre los que yo me encontraba y su período de interrogatorio y tortura en el cuartel de la ciudad.
Dice Zabalza relatando el principio del año 1972:
“En la ciudad de Mercedes se torturaba salvajemente a los compañeros detenidos en el Batallón de Infantería N° 5. Los transeúntes que pasaban por la calle del cuartel oían los gritos de los torturados. La información y el sentimiento de impotencia fueron transmitidos al grupo que se movía en los montes del Arroyo Negro. Raúl Sendic y otro compañero salieron sorteados para la operación de represalia. Discutieron si matarlo o herirlo y, en éste caso, en qué parte del cuerpo hacerlo. Ante las dudas, siempre atento a los vínculos de los tupamaros con sus raíces en la historia nacional, Raúl pensó en voz alta: ¿Y si lo degollamos como hacían en la Guerra Grande?. Los dos llegaron en bicicleta a la casa del teniente Gustavo Criado y golpearon a la puerta. El oficial vivía en estado de alerta y salió pistola en mano...pero, erró su disparo. Raúl replicó con su .45 y la bala dio en el vientre del torturador. Montaron las bicicletas y volvieron al monte. Hicieron lo que todos deseábamos hacer.”
En el parlamento el senador Enrique Erro impulsó la formación de una comisión investigadora sobre las torturas en el cuartel de Mercedes que nos fue a entrevistar a los tupamaros de Mercedes quw ya estábamos presos en la cárcel de la ciudad.



Entre los compañeros de la ciudad que estaban libres circulaban las versiones brindadas por las mujeres de los milicos que a su vez las habían oído de sus maridos.  Los milicos mercedarios contaban asombrados que yo me sonreía cuando me arrancaron todos los pelos del pecho estando de plantón con las piernas abiertas, las manos con los dedos cruzados atrás de la nuca y vestido sólo con un pantalón, pues era el verano de febrero y estaba a pleno sol. Esos relatos sirvieron para levantar la moral de esos compañeros entre los que circulaba. 





Y no era que yo estuviera burlándome de mis torturadores ni sintiéndome superior, sino que mi sonrisa creo que se debió sobre todo a lo extraño de la situación en que hay un hombre inerme casi desnudo y otro hombre adulto se acerca y le arranca los pelos del pecho. La situación tenía sin duda algo de psicodélico.
Sobre todo lo que pasó allí las emociones y los sentimientos que me recorrieron en esos días y los pensamientos que se disparaban como bólidos en defensa de mi integridad hay mucho para contar, pero lo dejamos para otro relato.
El cuartel de Mercedes no existe más. Sobre sus ruinas se construyó un moderno shopping centre con la terminal de buses de la ciudad.
No existen más, ni la cancha de pelota que fue la sede de mis plantones y de las palizas cuando caía de agotamiento, ni el calabozo donde me tiraban cuando tenían otra tarea u otra víctima para torturar.
Pero siguen la impunidad y los torturadores que se pasean por las calles uruguayas.






1 Jorge Zabalza, La experiencia tupamara. Pensando en futuras insurgencias, Editorial Letraeñe, 2015